El Louis Fitzgerald Hotel es una excelente opción para explorar Dublín. Las habitaciones son amplias y cómodas, y el desayuno es delicioso 🍳. Sin embargo, la distancia al centro puede ser un inconveniente para algunos.

El encanto del personal siempre brilla

El ambiente del restaurante fue vibrante, con música en vivo que hizo nuestras cenas inolvidables. Cada miembro del personal se esforzó por hacer que nuestra estancia fuera especial.

Sin embargo, experimentamos algunos problemas con el aire acondicionado en nuestra habitación, lo que hizo que nuestras noches fueran incómodas. Un poco de mantenimiento hubiera hecho la diferencia.

Acceso a gimnasio, Proximidad al transporte público, Ambiente del restaurante

El acceso al transporte público es complicado y no muy claro. Los ruídos de las habitaciones vecinas arruinaron mi descanso!!! Además, podrían mejorar la señalización para evitar confusiones al llegar.

las instalaciones son realmente impresionantes y

el restaurante ofrece una experiencia culinaria agradable. Tuve un problema con la temperatura de la habitación, ya que estaba un poco caliente, pero en general, la comodidad fue excelente.

Instalaciones y limpieza excepcionales.

las recepcionistas fueron muy antipáticas, no querían ayudarme. intenté que me cambiaran de habitación por el ruido y la vibración de la fiesta, pero no hubo forma. además, esperaba un gesto de cortesía por los inconvenientes, pero nada. casi escribo una buena reseña, pero simplemente no pude.

Vamos al grano, lo bueno y lo malo

El hotel tiene una buena ubicación para acceder a Dublín, pero enfrenté problemas con el servicio al cliente, ya que la recepcionista fue grosera y no me ayudó con mis quejas de ruido. Además, la calidad del desayuno no cumplió mis expectativas. Las instalaciones, sin embargo, son limpias y adecuadas.

el check-in fue rápido y la habitación estaba bien decorada y limpia. por otro lado, el ruido de la música en la noche fue molesto.

Tuve una estancia maravillosa en el Louis Fitzgerald. La conveniencia para acceder a Dublín en coche es notable, justo como me gusta. Si bien el transporte público demanda su tiempo, las instalaciones, especialmente el restaurante con su increíble ambiente, lo compensan. ¡Definitivamente volveré!

La experiencia culinaria en el restaurante fue realmente un festín. Los platos eran tan sabrosos que cada bocado era como una explosión de sabor en mi boca, llevaba mi paladar a un festival de delicias. ¡Quién diría que un pollo al horno podía ser tan sublime! Además, el ambiente vibrante con música en vivo hizo que cenar se sintiera como una celebración cada noche.

Ruido de habitaciones vecinas

no puedo esperar a volver

Estuve en una habitación doble que tenía todo lo que necesitaba, televisión plana, ducha amplia y un ventilador. La limpieza fue excelente y el ambiente era acogedor. Me gustó poder usar el gimnasio y los vestuarios de spa, ¡una gran manera de relajarme después de un día explorando! Todo esto a solo 20 minutos en coche del centro de Dublín.

La ubicación del hotel permite un fácil acceso a la N7 y a la M50, facilitando la visita a Dublín. Además, la parada del tranvía LUAS está a la vuelta de la esquina, conectando directamente con el centro, lo cual es una gran ventaja para los exploradores.

Sin un coche, llegar al centro toma un buen tiempo, ya que hay que cruzar la carretera y esperar el autobús, lo que puede ser frustrante. hubo problemas con el ruido de las fiestas en el hotel. una de las noches no pude descansar bien debido a vibraciones y música alta. La habitación se sentía algo anticuada, y además, no había incluso un refrigerador disponible para mantener nuestros snacks frescos.

La experiencia culinaria en Louis Fitzgerald es simplemente impresionante. El restaurante ofrece embutidos deliciosos que son un verdadero hallazgo. Además, la música y el ambiente te hacen sentir en un lugar especial. Es perfecto para disfrutar de una buena cena antes de descansar en la comodidad de tu habitación.

Nunca me habían pedido dos formas de identificación y un depósito de €200. Me sentí muy incómodo, especialmente cuando intenté aclararlo con la gerente. Pero, al final del día, el hotel aún brilla a pesar de esta experiencia resbaladiza.

La habitación era amplia y cómoda, perfecta para descansar después de un día explorando. Además, el ambiente era relajado y agradable.

me sentí muy bien, no me puedo quejar